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14 abril, 2017

“Jesús, como maestro de la vida, nos enseña que no hay otro camino para alcanzar la felicidad que la humildad y el servicio”

Con el lavado de pies durante la misa del Jueves Santo, el obispo convocó a los fieles a una profunda actitud de humildad y de servicio. “Hoy Jesús nos deja su testamento espiritual y condensa en unos pocos gestos y palabras las principales enseñanzas del evangelio”, aseguró durante la misa del Jueves Santo en donde se conmemora la última cena de Jesús con sus discípulos.

Como es tradicional para esta fecha, Monseñor Ariel Torrado Mosconi lavó los pies de 12 miembros de la comunidad en la Iglesia Catedral de Nueve de Julio, recordando así el gesto supremo de humildad que tuvo Cristo con sus discípulos.  “Jesús sabía esa noche que se acercaba la hora de su muerte y con pocas palabras pero con un gesto elocuente nos dejó la esencia de su mensaje, la médula del Evangelio: que de la humildad viene el servicio. Y allí justamente está la fuente de la verdadera alegría”.

Señaló que “muchas veces creemos equivocadamente que seremos felices si nos sentimos que tenemos o somos más que los demás. Nada más lejos de la verdad”. Por eso “tenemos que bajarnos del pedestal  del orgullo y la soberbia”. “Debemos aprender a vivir en actitud de servicio en todos los aspectos de nuestra vida concreta: en nuestro trabajo, con nuestra familia… porque el que no vive para servir, no sirve para vivir”, parafraseó así la bella frase de la Madre Teresa de Calcuta.

Por eso exhortó a los fieles “a comprometerse a seguir el ejemplo de Jesús a vivir en la humildad y en el servicio, único camino para alcanzar la verdadera felicidad”.