Noticias, Nueve de Julio
Camino a la mesa de la vida
Al celebrar la festividad del Cuerpo y la sangre de Cristo, el obispo Torrado Mosconi, pidió por un pronto regreso a la celebración pública de los sacramentos, afirmando que la eucaristía es el sustento de la caridad, la generosidad y la solidaridad de los creyentes.
Desde el sábado por la tarde y durante todo el domingo, tuvo lugar la solemnidad del santísimo cuerpo y sangre de Cristo, conmemorada en toda la diócesis coincidiendo con la colecta anual de Cáritas, cuyo lema fue “Tu generosidad aumenta la esperanza”. Por la emergencia sanitaria una y otra se fueron preparando y llevaron a cabo con nueva modalidad apelando a la ayuda de las tecnologías digitales y los medios de comunicación.
La difusión y concientización sobre la necesidad e importancia de la Colecta, fue preparándose cuidadosamente en los últimos días mediante una serie de mensajes de los agentes de cada cáritas parroquial, de algunos responsables, del director diocesano, del vicepresidente y del obispo diocesano. Al mismo tiempo, en muchas comunidades parroquiales, se tuvieron momentos de exposición del santísimo Sacramento para la adoración eucarística transmitido por distintas redes sociales así como la Misa de esta fiesta tan cara a la piedad del pueblo cristiano.
Monseñor Torrado Mosconi celebró la santa Misa, el sábado por la tarde desde la capilla del obispado, siendo transmitida por televisión y otras redes sociales.
En la homilía, comentando las lecturas bíblicas, recordó la experiencia del pueblo dela antiguo testamento que supo aprender la enseñanza de sus tiempos de tribulación descubriendo en esas circunstancias la presencia, cercanía y actuación del Señor en sus vidas. “Especialmente recordar los consuelos y la fortaleza con que Dios nos ha revestido en los momentos de dolor, de enfermedad, de muerte de seres queridos, de fracasos y problemas. ¡Dios es nuestro compañero de camino!” afirmó.
Asimismo puso de manifiesto el fuerte y estrecho vínculo que existe entre el sacramento de la comunión eucarística y el mandamiento nuevo de la caridad, relacionando la fiesta del Corpus con la colecta anual de Cáritas. “¡Extendamos la mesa para que todos se sientan invitados a la comunión, que nadie se sienta excluido de esta mesa que el mismo Cristo tiende para todos” sostuvo.
Al finalizar la predicación, expresó el deseo y anhelo de poder volver, lo antes posible, a la celebración pública de la misa en las iglesias con la participación de los fieles. “En este tiempo he podido palpar como tantísimos fieles, familiar y comunidades, desean, ansían y valoran la Eucaristía. Esta especie de “ayuno” eucarístico tan peculiar, seguramente nos ayudará a aprender la lección de la necesidad del sacramento para la vida. Roguemos confiadamente volver a la “nueva normalidad” eucarística, a la verdadera fiesta del pueblo santo de Dios” concluyó.
Al concluir la misa, se tuvo un momento de adoración, alabanza y meditación. Para finalizarlo, el obispo impartió la bendición eucarística con el santísimo Sacramento.