Noticias

4 abril, 2024

Comenzaron las actividades del Centro Pastoral Cardenal Pironio

Diócesis de Nueve de Julio

En las nuevas instalaciones ya ha comenzado la catequesis de los niños y el próximo sábado 13 de abril tendrá lugar la Asamblea Parroquial.

«Este lugar fue concebido -y ya está a disposición- como lugar de encuentro para todas las realidades eclesiales tanto de la ciudad como de la diócesis” manifestó el obispo diocesano al referirse a la puesta en funciones del centro inaugurado con motivo de la beatificación del purpurado nuevejuliense.

El pasado 17 de diciembre, en las antiguas instalaciones frente al Santuario de Fátima y que con tanta generosidad como esfuerzo fueron levantadas por la entonces comunidad parroquial, quedó inaugurado el “Centro Pastoral Pironio” con la bendición del cardenal Fernando Vérgez.

Gracias a donaciones de instituciones extranjeras gestionadas y obtenidas por monseñor Torrado Mosconi pudo ponerse en valor el edificio de dos plantas conformado por un gran salón en el primer piso y varias salas en la planta baja. Además de albergar una muestra permanente sobre la vida del Beato Eduardo Francisco Pironio, se está equipando con lo indispensable para que sea un espacio apto para las actividades que requiere la obra envangelizadora: encuentros de catequesis, reuniones de grupo, conferencias, cursos, proyecciones audiovisuales. Asimismo, se ofrece tal espacio -y está siendo utilizado ya- a instituciones y entidades de bien público. 

“Este lugar fue concebido -y ya está a disposición- como lugar de encuentro para todas las realidades eclesiales tanto de la ciudad como de la diócesis” afirmó el Obispo diocesano al referirse a la necesidad que se tiene de contar con un lugar de estas características. “Las actividades pastorales de la parroquia, los eventos diocesanos que se llevan a cabo en la ciudad sede del obispado y otros servicios desarrollados por instituciones locales, estaban requiriendo de un espacio de estas dimensiones y con un equipamiento adecuado”, manifestó el Prelado diocesano. Sin embargo aclaró que aún falta mucho para que el edificio pueda estar en las condiciones óptimas que se requiere. “Ahora necesitamos la ayuda de toda la comunidad para continuar con las obras a fin de dotarlo de todo lo necesario para estas actividades” dijo. 

Al referirse a los edificios pastorales que aún requieren de muchas mejoras hizo referencia a las casas de retiro que son esenciales para la actividad pastoral que se quiere priorizar en la diócesis para que las personas puedan tener una experiencia personal de Dios a través de cursillos, entretiempo, emaús, columna, y tantos otras formas de retiros espirituales. 

“Además nuestra diócesis cuenta con dos casas de retiros y convivencias, que son la Quinta “Nuestra Señora de la Esperanza” aquí en Nueve de Julio y la Casa “San José” en la localidad de Berutti partido de Trenque Lauquen. A ello se agrega el edificio del antiguo pre seminario situado en la localidad de Guanaco partido de Pehuajó, que se está poniendo en valor con la misma finalidad” manifestó al referirse a estos tres lugares accesibles y equidistantes desde todo punto de la vasta geografía diocesana.

Al mismo tiempo, el Pastor de la diócesis, se refirió a la “Casa de la Unidad” ubicada en la manzana de la Iglesia catedral por Avenida San Martín, en la cual durante décadas se desarrollaron las actividades ahora trasladadas al nuevo centro pastoral. “El edificio, al tratarse de una antigua casa de familia,  ya no ofrecía las condiciones mínimas de seguridad para los niños y jóvenes. En efecto, esa casa no cuenta con las medidas necesarias para una fácil evacuación de los niños ante un eventual siniestro ni responde a los protocolos necesarios para el cuidado de menores. Por eso está proyectada destinarlo a otras actividades que puedan proporcionar una renta que sirva para sostener las otras actividades evangelizadoras”. En este sentido se refirió al sostenimiento y mantenimiento de las actividades y estructuras necesarias para las obras de la Iglesia: “Debemos reconocer la generosidad de los fieles, quienes con su aporte voluntario hacen posible cuanto brinda la comunidad eclesial”. De todos modos, hizo notar que ello no siempre es suficiente ni alcanza para mantener la acción eclesial: “Hay propiedades e inmuebles, donados con expresa intención de servir al trabajo de la Iglesia en todos sus aspectos, por eso mismo no podemos mantenerlos ociosos. Es nuestra responsabilidad aprovecharlos para la obtención de recursos genuinos que ayuden a sostener la acción pastoral y las obras comunitarias” concluyó afirmando.