Emotiva memoria del centenario del nacimiento del Cardenal Eduardo Francisco Pironio

Una jornada llena de emociones que comenzó antes de la medianoche con una vigilia de oración al esperado acontencimiento del centenario del nacimiento del siervo de Dios. Durante toda la noche por turnos se fue meditando en el Testamento Espiritual del cardenal Pironio y culminó a la aurora con el rosario organizado por los madrugadores de Shöenstatt.

Luego, a media mañana, algunos de los laicos que acompañaban al cardenal en prioridad juventud, entre ellos Laura Ruggeri y Mario Vargas, junto a algunas religiosas visitaron con el obispo la tumba de los padres del cardenal. Oraron ante ella y depositaron una ofrenda floral. El obispo hizo referencia a un signo que está grabado en la placa de dicha tumba que tiene una cruz con dos alianzas matrimoniales entrelazadas y rodeada de 22 estrellas. Según explicó Mons. Torrado Mosconi el signo representa el matrimonio cristiano del cual nacieron 22 hijos. Allí hizo referencia a la anécdota que contaba frecuentemente el Cardenal Pironio respecto a que su madre Doña Enriqueta, había quedado muy deteriorada en su salud después del primer embarazo, por lo que los médicos le habían aconsejado evitar un próximo embarazo, y ya no tener más hijos. Sin embargo, la madre confiando en Dios y en la Virgen de Luján, siguió con generosidad abierta a la vida y tuvo 21 hijos más, el último en nacer fue Eduardo Francisco. Y el obispo concluyó “todo un testimonio en estos tiempos donde se considera la venida de un hijo como una amenaza de la cual haya que defenderse y donde se quiere impulsar leyes que desconocen el valor supremo de la vida humana desde el instante de la concepción”.

En horas de la tarde se hizo un acto cívico con la presencia del señor intendente de Nueve de Julio Contador Mariano Barroso, la presidenta del Honorable Consejo Deliberante Dra. María José Gentile y otras autoridades municipales. Acto seguido se le hizo entrega al señor obispo de un decreto que declaraba al Cardenal Pironio como ciudadano distinguido, post mortem. Asimismo, se descubrió una placa recordatoria del centenario del nacimiento. El Intendente Barroso hizo una alocución sobre la significación que tiene la figura de Pironio para la ciudad. Posteriormente el obispo agradeció la presencia de las autoridades e hizo referencia a algunas anécdotas del amor que  Pironio tenía por Nueve de Julio, y como cada vez que podía visitar la ciudad se sentía en su propia casa. Destacó las virtudes humanas y familiares del siervo de Dios que son un ejemplo para todos los ciudadanos.

Finalizado el acto se invitó a los presentes a hacer un recorrido por la casa natal de los Pironio que ha sido adaptada como un centro cultural para ser visitada por los nuevejulienses y los eventuales peregrinos para mantener siempre viva la memoria del siervo de Dios. Ya en la casa se presentó un video institucional que muestra la vida del cardenal Pironio mirada desde su pago chico de Nueve de Julio.

Finalmente a las 20 horas se celebró la santa misa retransmitida para todo el país. Mons. Torrado Mosconi en la homilía citando la imagen evangélica de la casa construida sobre roca hizo referencia como en estos tiempos de tanta incertidumbre a raíz de la pandemia se debe construir un nuevo mundo cimentado en Jesucristo, que es el mismo ayer hoy y siempre. Y agregó -debemos procurar después de esta crisis no volver a la “normalidad” de antes tan llena de egoísmos e injusticias sino aprovechar esta crisis para salir mejores, más fraternos, más hermanos- concluyó.