Noticias, Nueve de Julio

15 septiembre, 2017

Hacia el primer Santuario Diocesano

Avanzan a paso firme las obras para la erección del santuario de Fátima, el primero que tendrá la diócesis de Nueve de Julio. En estos momentos se están restaurando las imágenes y el antiguo retablo que pertenecieron a la iglesia parroquial -hoy catedral- y que estaban en depósitos del museo municipal local.

Entre las obras previstas está contemplada la reconstrucción total  del espacio en torno al altar mayor (presbiterio) y  se agrandaron los ventanales  en donde se colocarán vitrales con las escenas bíblicas.

La iniciativa fue de Monseñor Ariel Torrado Mosconi y se dio a conocer con motivo de  la celebración por los 100 años de las apariciones de Fátima el 13 de mayo pasado. Aprovechó la multitudinaria convocatoria  para anunciar que el próximo 13 de octubre la iglesia Nuestra Señora de Fátima de nuestra ciudad será elevada a la categoría de Santuario y se convertirá en un centro de espiritualidad mariana para toda la Diócesis. La decisión surgió con ocasión del año jubilar por el centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima y debido a que es también patrona de toda la Iglesia diocesana.

Desde el anuncio, las obras avanzan a paso firme tanto en lo que hacen a la estructura edilicia propiamente dicha como a las obras artísticas que embellecerán el lugar sagrado. Cabe recordar que para ello, el 6 de septiembre llegaron a la ciudad de Nueve de Julio dos muralistas argentinos que recientemente trabajaron en los jardines del Vaticano. Se trata de Mónica Corrales y Eduardo Díaz Hermelo, quien también es Historiador de Arte.  Los artistas, que se ofrecieron generosamente a embellecer el futuro centro espiritual, tendrán a cargo la producción de varios elementos ornamentales, entre ellos los vitrales y el embellecimiento del frente. Además, por estos días se aguarda con grandes expectativas la llegada de un tercer artista de origen polaco.

Cabe recordar que el futuro Santuario pretende brindar numerosos servicios espirituales a la comunidad. Entre ellos: retiros y jornadas; rezos comunitarios; catequesis para adultos y desarrollar escuelas de oración. También procura convertirse en un verdadero centro de meditación donde además se ofrezca, entre otras cosas,  acompañamiento espiritual tanto a través de los sacerdotes como de laicos preparados para tal fin.