Los Toldos, Noticias

8 agosto, 2018

“Hoy más que nunca los monasterios están llamados a acoger a hombres y mujeres heridos y en búsqueda”

 

El Monasterio de la “Transfiguración de Señor” de las Hermanas benedictinas misioneras de “La Ciudadela”, en el partido de Gral. Viamonte, celebró este lunes 6 de agosto sus fiestas patronales. Monseñor Ariel Torrado Mosconi concelebró la Santa Misa junto al Abad y los sacerdotes de la abadía “Santa María de Los Toldos” con la participación de las Hermanas y de huéspedes de ambas casas religiosas.

La festividad recuerda y tiene su origen en el pasaje evangélico que narra la “transfiguración” de Jesús en el monte Tabor en presencia de profetas del antiguo testamento y de alguno de sus apóstoles. Está página bíblica cargada de simbolismo dio ocasión para una profunda reflexión en torno al lugar y la misión de la vida monástica en el mundo actual.

Comentando ese ese texto en la homilía, animó a las Hermanas a seguir profundizando su misión de “hospedar e introducir en la fe cristiana” a cuantos pasan de visita, buscan ayuda van a un retiro espiritual. “Hoy más que nunca los monasterios están llamados a acoger a los hombres y mujeres heridos, en búsqueda, que pasan y acuden aquí”. Alentándolas a “ofrecer su apostolado espiritual especialmente a las mujeres”, en tiempos de debates y confrontaciones en torno a su lugar en la sociedad.

Por otra parte recordó que, en un mundo de profunda crisis espiritual, “a una gran mayoría de mujeres y hombres, Dios les parece hoy lejano y mudo. Y sin embargo sigue habiendo un deseo hondo, aunque confuso, de Él”. Por eso insistió en la función misionera de las hermanas benedictinas de salir al encuentro de quienes tienen sed de Dios.

También recordó: “Los encuentros y las conversiones de nuestra existencia se dan siempre en un lugar. Y ese lugar es la Iglesia, en todas sus manifestaciones. Y la comunidad monástica es una antiquísima parte de Iglesia como lugar de encuentro, de conversión, de fraternidad y de hospitalidad”, finalizó.

>Leer homilía completa>