Dudignac, Noticias, Salliqueló

21 marzo, 2017

La Iglesia diocesana celebró a San José

El obispo celebró la misa en conmemoración del patrono universidad de la Iglesia Católica. Fue en la ciudad de Salliqueló y luego en la localidad de Dudignac en donde exhortó a los fieles a  fortalecer los vínculos familiares y reivindicar el valor del trabajo, como medio que dignifica a las personas. Además resaltó las virtudes de honestidad y sensatez que tenía el santo, y su misión de cuidar al niño y a su madre.

Con profunda fe se conmemoró la fiesta anual de San José, patrono de cuatro parroquias de nuestra diócesis (Salliqueló, General Pinto, Tres Algarrobos y Dudignac), así como también del Monasterio de las Carmelitas y de otras numerosas capillas esparcidas por el extenso territorio diocesano.

En su mensaje, Monseñor Ariel Torrado Mosconi destacó los valores humanos de san José y la importancia que tienen en estos tiempos: la honestidad, la sensatez y cuidar al hermano. “En primer lugar la honestidad tan importante en la realidad que nos toca vivir donde vemos el terrible flagelo de la corrupción y sus consecuencias. Lamentablemente la corrupción no sólo toca a los grandes y poderosos, en toda la sociedad debemos hacer un examen de conciencia y trabajar por ser cada día más honestos”.

Luego se refirió a la sensatez “San José no se deja llevar por los impulsos, en silencio escuchó la voz de Dios y obedeció con prontitud. José fue un hombre prudente. Posteriormente recalcó la importancia de cuidar del hermano. La misión de San José fue ser custodio del Niño Dios. También hoy debemos cuidar del Cristo presente en el hermano, especialmente en los pobres y más vulnerables de la sociedad. Hacernos cargos del que tenemos a nuestro lado y superar la indiferencia y la cultura del descarte.

El obispo afirmó que la figura de San José “nos evoca la importancia en la vida cristiana de la familia y el trabajo”. Por ello exhortó  a los fieles que lo tienen como patrono a fortalecer los vínculos familiares, aún en medio de las situaciones difíciles. Asimismo resaltó la importancia del trabajo para la dignidad de la persona y como “modo en que el hombre contribuye con la obra de Dios”. “Por eso en nuestra patria debemos superar tanto la cultura del subsidio sin trabajar que impide la dignidad de llevar el pan a la mesa como fruto del esfuerzo personal, como las actitudes mezquinas de algunos que ponen el capital por encima de la dignidad de la persona cerrando o debilitando las fuentes de trabajo”, concluyó.