Noticias, Palabras del Obispo
«La paz, la conversión y la oración siguen siendo cuestiones bien actuales»
Torun, Polonia, 11 de mayo de 2019.-
Muy queridos hijos, hermanos y fieles:
En estoy días estoy ausente de la diócesis. Primeramente por haber participado de la Visita al lugar de los apóstoles Pedro y Pablo, el encuentro con el Santo Padre y las reuniones con los organismos de la Santa Sede. Y, ahora, en la tierra natal de san Juan Pablo II, gestionando ayudas para nuestro Santuario Diocesano. Cabe recordar la especial devoción que tuvo este gran pontífice a Nuestra Señora de Fátima, a cuya intercesión atribuyó el haber sobrevivido al atentando del 13 de mayo de 1981. Por esto mismo, deseo hacerme presente con estas líneas acompañándolos en la festividad de la patrona de nuestra Iglesia particular y titular de dicho Santuario.
Este año se cumplen cien años de la muerte de los santos pastorcitos de Iría, portadores de aquél eco del Evangelio que fue el mensaje de Fátima para el mundo entero. ¡La paz, la conversión y la oración siguen siendo cuestiones bien actuales! El mundo está hoy tan necesitado de paz como hace cien años, la Iglesia necesita de la conversión y la penitencia para purificarse y santificarse, y, cada uno de nosotros necesita también renovarse y crecer en el camino de la oración que nos une y comunica personalmente con Dios. ¡Este, y no otro, es el corazón del mensaje de Fátima! Y hoy María nos invita nuevamente a vivir. En el transcurso del año recibiremos la visita de la imagen peregrina de la Virgen de Fátima: vayamos preparando este evento en nuestros corazones y esforcémonos para que sea una ocasión de verdadera misión.
Los invito y aliento, una vez más, a seguir haciendo de ese querido Santuario foco de espiritualidad y cobijo de los fieles y de cuantas personas acudan a él. Hago propicia esta ocasión para agradecerles de todo corazón a quienes hacen posible la vida en esa casa de encuentro con Dios: los colaboradores de las celebraciones litúrgicas y adoradores del Santísimo Sacramento, los que aseguran la limpieza y cuidan del lugar, cuantos donan su tiempo, dinero y trabajo para seguir embelleciéndolo y manteniéndolo, los que atienden a quienes acuden allí y ejercen el ministerio de la escucha. ¡El Señor y su santísima Madre los bendigan abundantemente por tanta generosidad y sacrificio! Los bendice afectuosamente:
+Ariel Torrado Mosconi
Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio