Un llamado al diálogo que conduce al bien común

Tedeum del Día de la Independencia en la Catedral de Nueve de Julio

“Diálogo con la clara conciencia de embarcarnos juntos en un verdadero camino, proceso, que puede ser lento y trabajoso, para lo cual se necesita paciencia, serenidad, equilibrio y, sobre todo, esperanza” sostuvo el Prelado nuevejuliense al conmemorarse el aniversario de la independencia nacional.

El domingo 9 de julio, a primera hora de la tarde y en el marco de los festejos populares realizados en el centro de la ciudad, tuvo lugar el Tedeum conmemorativo del aniversario de la independencia nacional en la Iglesia catedral “Santo Domingo de Guzmán” presidido por el obispo monseñor Ariel Torrado Mosconi, la participación de las autoridades municipales, abanderados de colegios e instituciones y numerosa feligresía.

Luego de la proclamación de las lecturas bíblicas, el Pastor diocesano predicó la homilía en la cual comenzó recordando las motivaciones por las cuales se lleva a cabo ese oficio religioso, propuso el camino del diálogo como primer paso en la edificación y renovación de la sociedad y sus instituciones, afirmando: “En el ámbito de una sociedad plural, con vigencia de tales instituciones de la república, la Iglesia, a través de sus pastores, consecuente con su misión de testimonio y anuncio de Jesús, predica su mensaje no desde una posición de superioridad imponiendo una visión, sino encarnada en la realidad, compartiendo luces y sombras de la sociedad en la cual se inserta, aportando su acción y proponiendo su opinión. ¡No pretende “bajar línea” sino sumar el “granito de arena” de su experiencia, palabra y testimonio! Por eso entendemos que, el mejor servicio ofrecido en esta coyuntura de la historia es suscitar vínculos de comunicación, tender puentes de encuentro y favorecer el diálogo”

Citando luego la última encíclica del Papa Francisco, otra de san Pablo VI y el reciente documento de pastoral social de la Conferencia episcopal argentina, sostuvo: “Vale la pena, entonces, volver a proponer las condiciones y vías concretas de aquel documento auténticamente profético del santo pontífice, que mucho bien puede hacernos, por empezar en nuestro “pago chico”, al nivel cotidiano local y de cara a un “año electoral” como el que estamos transitando”.

Concluyó haciendo un llamamiento a valorar y agradecer los logros de estos últimos cuarenta años de vida republicana recuperada, así como a la responsabilidad y compromiso con reparar y reformar todo lo aún pendiente, comenzando por pedírselo confiadamente a Dios.