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2 agosto, 2020

Memoria, celebración y renovación pastoral

Oportunidad para hacer memoria, aprendiendo la lección de la historia, festejar agradecidos y proyectarse hacia el futuro, fue el denominador común de las celebraciones de la creación de las parroquias de Gral. Pinto, Pellegrini, Gral. Villegas, Carlos Tejedor, Los Toldos y América. Coincidió con la publicación del documento “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia” que propone una verdadera hoja de ruta para la renovación parroquial.

Hace exactamente cien años, el actual territorio de la diócesis nuevejuliense pertenecía a la diócesis de La Plata -en 1934 pasó a pertenecer a Mercedes y desde 1957 conforma una jurisdicción eclesiástica propia-, y el obispo de entonces, Juan Neponuceno Terrero, mediante un “auto episcopal” (documento similar a un decreto episcopal) erigió la parroquia Nuestra Señora del Carmen en Pellegrini; San Juan Crisóstomo en Carlos Tejedor; San Bernardo en América; Nuestra Señora del Carmen en General Villegas; San José de General Pinto y Nuestra Señora del Pilar en Los Toldos.

Cabe precisar que la mayoría de tales parroquias fueron una capilla en los orígenes de la población, luego contaron con un sacerdote residente en calidad de capellanes o vicarios de la parroquia más cercana, con el tiempo se edificaron los actuales edificios -algunos de los cuales ya cumplieron más de cien años- hasta ser declaradas parroquias. El desarrollo poblacional, social y cultural de una localidad junto al crecimiento de la comunidad católica, motivaron indudablemente la decisión del prelado platense en orden a una mejor atención pastoral de los fieles del lugar. Teniendo en cuenta las circunstancias y límites de  la comunicación de aquella época, así como el desarrollo agropecuario de estas zonas, la autonomía parroquial era un logro y punto de partida a la vez. No consistía en una mera cuestión administrativa sino también pastoral.

Nuestras parroquias  fueron preparándose de distintas maneras a esta conmemoración, adecuándose a los condicionamientos generados por las medidas sanitarias ante la pandemia y desplegando mucha creatividad en cuanto a las formas y recursos utilizados. Recordar, festejar y proyectarse al futuro fue el espíritu que animó cuanto se fue llevando a cabo.

El obispo diocesano, monseñor Torrado Mosconi, al saludarlas por medio de un video subrayó la importancia del recuerdo agradecido, encontrando, en ese mismo aprendizaje de la historia, las enseñanzas para continuar con esperanza la obra evangelizadora, misionera y pastoral de nuestros mayores. Al mismo tiempo recordó que el lema diocesano “Caminar en comunión para anunciar a todos la alegría del Evangelio” nos muestra el camino y rumbo de la acción evangelizadora en cada comunidad parroquial. También hizo referencia al reciente documento de la congregación del clero como una ocasión para renovar las parroquias con motivo de este centenario. En efecto, el documento “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia” que recoge experiencias pastorales de Iglesias locales de todo el mundo, del documento de Aparecida y del magisterio papal, se propone un camino concreto y práctico de renovación y nuevo impulso evangelizador para y desde cada parroquia.

La parroquia “San Juan Crisóstomo” de Carlos Tejedor, su párroco, padre Germán Loriente y el diácono Rodrigo Álvarez,  fueron animando la preparación con una novena en la cual se recogió el testimonio y las anécdotas de varios feligrese para hacer memoria creyente de los cien años de historia parroquial. La comisión de eventos, por su parte, puso la nota festiva repartiendo 80 kg de tallarines con tuco para celebrar en los hogares. El mismo día aniversario se celebró la Eucaristía a las 14 hs. en la iglesia parroquial con el cupo de cuarenta personas colmado, en la cual el párroco exhortó a tener una mirada agradecida y una actitud esperanzada de cara al futuro.

En Los Toldos, partido de General Viamonte, la parroquia “Nuestra Señora del Pilar” la comunidad venía preparándose desde el año 2018, con vistas a este acontecimiento, mediante la reparación edilicia de los diferentes lugares de culto de la jurisdicción y la reestructuración de la acción pastoral, según lo afirmó su párroco, el padre Horacio Lento. Acercándose la fecha, se publicaron en el semanario local y en el facebook parroquial, una serie, a modo de crónica, sobre los comienzos de la evangelización y la creación de la parroquia. El mismo día aniversario, por la mañana tuvo lugar la santa Misa, luego por la tarde se rezó el santo rosario, a continuación se celebró nuevamente la Misa y se tuvo un momento de adoración Eucarística, todo ello transmitido por las redes.

En América, partido de Rivadavia, el mismo viernes 31 de julio a las 17 hs. el párroco, padre Juan Carlos Maturana, celebró la santa Misa en acción gracias en el templo con la asistencia de algunos fieles y autoridades, al término de la cual se descubrió una placa recordatoria donada por el municipio local. Junto al referido mensaje del Obispo diocesano, el padre Juan Carlos explicó el significado de cuanto se estaba celebrando. También el Intendente municipal, Javier Reynoso, consideró a la parroquia como una de las “instituciones madres, fundacionales” del lugar, valoró también la dimensión estética edilicia como “carta de presentación” de la ciudad y, sobre todo, apreció el actual rol de “contención espiritual” en los momentos difíciles por los cuales se pasa a causa de la pandemia.

Catequesis, sacramentos y caridad son los pilares y cauces fundamentales de la misión de la parroquia. Así lo ha vivido, comprendido y celebrado la comunidad de la parroquia “San José” de Gral. Pinto a lo largo de la novena preparatoria y las celebraciones que han culminado con la santa Misa de este domingo 2 de agosto.
Los fieles de la localidad y el distrito de Gral. Pinto, encabezados por el Administrador parroquial, padre Rodrigo Di Pietro, han venido conmemorando el centenario de la creación de su jurisdicción parroquial con un novenario, en el cual se reflexionó sobre las dimensiones y aspectos fundamentales de la realidad parroquial. El anuncio de la Palabra y la formación de la fe a través de la catequesis; su celebración en la eucaristía, los sacramentos y las acciones litúrgicas así como el servicio y el testimonio de la caridad en la sociedad y con los más necesitados, son constituyentes esenciales de toda comunidad parroquial. “Sin ellos no hay verdadera comunidad cristiana” afirmó el padre Rodrigo en sus charlas transmitidas por las redes sociales.
Las celebraciones culminaron este domingo próximo pasado. Previamente, el sábado 1 de agosto, se ofreció la Misa en sufragio de los párrocos difuntos y acción de gracias por los cien años de vida parroquial. La celebración culminante fue la santa Misa del domingo 2, ofrecida por las intenciones de todo el partido de Gral. Pinto. En la homilía, el padre Di Pietro, comentando el evangelio de la multiplicación de los panes según san Mateo, lo refirió al ser y quehacer parroquial, recordando que la misión de los cristianos -discípulos y misioneros- es “compartir” y “repartir” la gracia divina entre las personas hoy tan hambrientas como necesitadas del verdadero “Pan de Vida”.
El Obispo Diocesano Mons. Ariel Torrado Mosconi insta a la Parroquia San José de Pinto, y a las demás parroquias que cumplieron el centenario, a trabajar el documento promulgado recientemente por la Santa Sede “La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia”. El mismo, ya en sus primeros capítulos, aborda las cuestiones de la conversión pastoral y los desafíos de la parroquia en el contexto contemporáneo. Luego insiste en la vigencia de la parroquia y en la clave misionera para su renovación. Posteriormente plantea la parroquia como comunidad de comunidades.  Finalmente trata del tránsito de la conversión de las personas a la conversión de las estructuras. Además trata, de un modo claro y concreto, las cuestiones que hacen a la vida cotidiana de las comunidades, a sus alegrías y problemas, a sus fortalezas y debilidades, proponiendo y ofreciendo elementos para una genuina y fructífera renovación. De esta forma, se han ido llevando a cabo las celebraciones conmemorativas del centenario que son, a su vez, un fuerte llamado a proyectarse al futuro con esperanza para un renovado testimonio y anuncio del evangelio en las circunstancias precisas de cada localidad.