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Mujer porque lloras, a quién buscas: renovando la esperanza
Retiro espiritual para la vida consagrada femenina de la diócesis de Nueve de Julio
Mujer ¿por qué lloras?”, texto bíblico tomado del evangelio de san Juan (20,13), dio nombre y contenido al retiro espiritual de las religiosas y consagradas de la diócesis nuevejuliense reunidas en Beruti del 22 al 25 de mayo pasados.
El arzobispo fray Carlos Azpiroz Costa OP predicó el retiro para las religiosas y consagradas de la diócesis de Santo Domingo de Nueve de Julio desde el atardecer del miércoles 22 hasta la tarde del sábado 25 de mayo en la casa de retiros “San José”, contigua a la iglesia parroquial “Santa Clotilde” de la localidad de Beruti en el partido de Trenque Lauquen.
Religiosas de las “Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento”, “Hermanas Hijas de la Virgen de los Dolores”, “Comunidad apostólica de María siempre Virgen”, “Instituto religioso hermanas discípulas de Jesús y San Juan Bautista” junto a consagradas del “Orden de las vírgenes”, del instituto “Misioneras de Jesucristo Sacerdote” -fundadas por el Beato Eduardo Francisco Pironio- y del Instituto Cristífero, conformaron el nutrido grupo de participantes.
El retiro comenzó con la santa Misa presidida por fray Carlos, concelebrada por el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi -quién dio la bienvenida a los presentes, subrayando la importancia del encuentro y la oración en común de la vida consagrada para una Iglesia particular- junto a los sacerdotes de Beruti y Trenque Lauquen. Cada día se tuvieron dos charlas; el jueves tuvo lugar una celebración penitencial y el viernes una adoración eucarística, ambas en horas de la mañana y, cada tarde, se tenía la celebración de la eucaristía con el rezo de las vísperas. “Mujer ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?, versículo tomado de Juan 20,13 dio nombre, contenido y motivación a las reflexiones que fue desarrollando monseñor Azpiroz Costa sobre la figura de la mujer en los evangelios, invitando a renovar la esperanza desde el seguimiento bautismal del Señor y la fidelidad a la propia vocación y carisma. Las ricas reflexiones -según testimonio de las participantes- ayudaron a la oración personal y a reafirmar propósitos para el “día después” del retiro.
La organización estuvo a cargo de las Hermanas Adoratrices con la colaboración de laicos de la parroquia de Trenque Lauquen.