Noticias
Amor, esperanza y compromiso

Tres nuevos sacerdotes para la diócesis de Nueve de Julio
«De la experiencia del amor de Dios, de una honda comunión eclesial brota la feliz esperanza que impulsa y sostiene el compromiso en la misión” afirmó el Obispo Ariel Torrado Mosconi en la ordenación de tres nuevos presbíteros para la Iglesia particular nuevejuliense.
En el marco de la Asamblea eclesial con motivo del Año santo jubilar ordinario de la esperanza, fueron ordenados presbíteros los diáconos Juan Eduardo y Juan Miguel Carreras junto Tomás Della Pena, oriundos de las localidades de Roberts y Nueve de Julio y que venían ejerciendo su ministerio en las parroquias de E.V. Bunge, Nueve de Julio y Trenque Lauquen respectivamente, luego de haber transcurrido su formación y realizado los estudios en el Seminario arquidiocesano “Santo Cura de Ars” de Mercedes-Luján.

Presidió la santa Misa el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi y concelebraron el obispo emérito Martín de Elizalde OSB, el obispo auxiliar de Mercedes-Luján Mauricio Landra y el obispo auxiliar de Bahía Blanca Pedro Forneau. De la concelebración tomaron parte el Vicario general pbro. Carlos Tibberi, el Abad del monasterio de Los Toldos R. Osvaldo Donnici, los sacerdotes de la diócesis y se sumaron sacerdotes formadores del Seminario archidiocesano “Santo Cura de Ars” así como algunos de diócesis vecinas. Participaron diáconos, seminaristas, religiosos y religiosas, familiares de los ordenandos, los asistentes a la asamblea eclesial, más fieles de la diócesis, entre los cuales destacan los provenientes de las parroquias de Roberts y Nueve de Julio, ciudades de origen de los ordenandos.
En la liturgia de la Palabra se proclamaron los textos del domingo XXI del tiempo ordinario del ciclo C y de los cuales partió el Pastor de la diócesis en su homilía. Comenzó destacando la profunda significación de recibir la ordenación durante una asamblea eclesial diocesana: “La Iglesia viva de Nueve de Julio presente aquí en las delegaciones de las ciudades y los pueblos, en tantos de sus fieles laicos comprometidos, consagrados, diáconos, sacerdotes, en sus instituciones, movimientos, grupos y áreas de pastoral, en la variedad de carismas y ministerios, manifiesta el misterio hondo de la comunión en y de la cual vivimos. El Pastor eterno ha visto a este rebaño hambriento, sediento y errante, y hoy lo bendice dándoles estos tres pastores según su corazón”.
Subrayó, también, el hecho de ser ordenados durante el Año santo jubilar dedicado a la Esperanza y, poniendo de relieve la figura, testimonio y enseñanza del beato Eduardo Francisco Pironio, nativo de Nueve de Julio, les dijo: “Parafraseando al beato cardenal Pironio en su medictación para tiempos difíciles en la cual exhortaba a permanecer en la esperanza, digo que Ustedes serán “presbíteros para tiempos difíciles” en medio de los desafíos del mundo y de la comunidad eclesial están llamados a anunciar y testimoniar esa esperanza con todo su vida al pueblo al cual se los envía y que se les confía”.

Para finalizar exhortó, tanto a los participantes de la asamblea diocesana como quienes iban a ser ordenado sacerdotes a llevar adelante la vocación, que se hace misión: “La llamada del profeta Isaías y del evangelio de Lucas a convocar a todos los pueblos, a dirigirse a todas las naciones para reunirlas en la Jerusalén imagen de la Iglesia, la expresó tan sencilla como claramente el Papa Francisco al decir que en la Iglesia caben “todos, todos, todos”, en esto consiste la misión evangelizadora, de la cual participamos y a la cual debemos renovar siguiendo nuestro lema diocesano de Caminar en comunión para anunciar a todos, la alegría del Evangelio”.

Luego de la proclamación del Evangelio y antes de la homilía, los ordenandos fueron llamados y, terminada la predicación, en diálogo con el obispo ordenante hicieron sus promesas sacerdotales, momento que culminó con el canto de las letanías de los santos. La imposición de manos del obispo -acompañada de la de los presbíteros presentes- junto a la oración de consagración, constituyeron el momento culminante del rito por el cual reciben efectivamente el orden del presbiterado. Seguidamente fueron revestidos con la estola al modo sacerdotal y la casulla, recibieron el cáliz y la patena y el saludo de paz del presbiterio expresión del ingreso en la comunidad del orden sacerdotal.


Los neo sacerdotes participaron de la plegaria eucarística concelebrando por primera vez y también distribuyeron la comunión a la asamblea. El Prelado diocesano tuvo palabras de agradecimiento y reconocimiento para los obispos presentes, las familias de los nuevos presbíteros, el seminario donde fueron formados, las comunidades por donde pasaran y a todos cuantos prepararon el gran evento eclesial que se estaba llevando a cabo. Para finalizar, monseñor Torrado Mosconi, impartió la bendición papal con indulgencia plenaria.
Ordenación: https://www.youtube.com/watch?v=PLL4oiXl2IY