Noticias

16 agosto, 2024

Aprender y enseñar la oración

Encuentro anual de catequesis en la diócesis de Nueve de Julio

“Enseñar a orar e introducir a la mistagogia de la fe” fueron las tres consignas que el Obispo diocesano dejó a las más de doscientas catequistas que participaron en el ENCADI el sábado 10 de agosto en la ciudad de Bragado.

El sábado 10 de agosto, en las instalaciones del Colegio “Monseñor Espinosa de San José” de la ciudad de Bragado, tuvo lugar el Encuentro catequístico diocesano que, desde hace más de treinta años, nuclea a los catequistas de la Iglesia particular nuevejuliense. Participaron doscientos catequistas, mayoritariamente de iniciación y se encontraban un numeroso grupo de religiosas, la totalidad de los seminaristas, así como docentes de los colegios diocesanos y congregacionales. Dio la bienvenida el Director diocesano de catequesis pbro. Ariel Palanga, poniendo de relieve el sentido del lema de convocatoria de este año: “El catequista persona orante y maestro de oración”. Luego, el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi, reflexionó sobre la oración como componente de la vida cristiana y cometido de la catequesis, particularmente de la iniciación. Por ello propuso a las catequistas que la catequesis nos fuese un punto más de programa, sino que la oración estuviese presente en cada encuentro de catequesis: “Que cada reunión sea, no solamente una clase, sino una verdadera experiencia de encuentro con el Señor para el niño” afirmó. Luego recomendó vivamente enseñar a rezar con las oraciones de la Iglesia y la necesidad e importancia de la “mistagogia” en la catequesis, de modo que ella sea una auténtica iniciación a toda la existencia cristiana y un gustar ya las cosas de Dios.

Luego tuvo lugar la disertación central, al cargo del pbro. lic. Alejando Boudgouste, párroco de San Carlos de Bolívar en la diócesis de Azul y miembro de la Junta catequística nacional, quien refiriéndose al tema del encuentro y de un modo “catequístico” -según comentaron y valoraron los presentes- caracterizó la oración como “encuentro” y “relación” con Dios. Luego se refirió a los valores y las dificultades tanto de la oración tanto en la propia vida del catequista, como en la enseñanza, como en los niños. Abundado en ejemplos concretos fue dando pautas y recomendaciones para abordar el tema en la catequesis y que ella misa sea una honda experiencia espiritual que, ya desde pequeños, anime a ira al encuentro y la comunicación con Dios. A lo largo de la exposición, hubo momentos de trabajos en grupo para el intercambio de experiencias y opiniones.

Luego de compartir el almuerzo, divididos en grupos, los catequistas recibieron la consigna de preparar un encuentro catequístico dedicado a la oración para diferentes edades, etapas y destinatarios. Todo ese material, será recopilado y publicado para ser aprovechado en las parroquias de la diócesis.

A media tarde, los participaron se desplazaron en columna hacia la iglesia parroquial de “Santa Rosa de Lima” donde el obispo presidió la concelebración eucarística de clausura y en la cual también recibieron el ministerio del acolitado tres seminaristas y candidato al diaconado permanente. En la homilía, comentando los textos bíblicos del XIX domingo del tiempo durante el año, se refirió a la oración como “ese pan que también nutre nuestra vida de seguimiento y servicio”. “El lugar propio e irreemplazable del encuentro con Dios, es la oración. No necesitamos experiencias extraordinarias, ni irnos lejos ni fenómenos extraordinarios para buscar, encontrar y gustar la presencia vida del Señor en nuestra propia vida”, enfatizó. Finalmente, invitó a catequistas y ministros recién instituidos, a ejercitarse cotidianamente en el arte de la oración, la experiencia diaria del encuentro con Cristo vivo: “Es un aprendizaje de toda la vida y que se enseña a los demás con el testimonio de la propia vida”.

Al finalizar la celebración, el párroco local, pbro. Mariano Cortés, agradeció al Colegio “Monseñor Espinosa de San José”, a los catequistas de las dos parroquias de la ciudad: “San Martín de Porres” y “Santa Rosa de Lima”, a las autoridades y todos cuantos habían trabajado mancomunadamente para llevar adelante el encuentro.