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El servicio de ser portadores del pan de la vida
Institución de acólitos en la diócesis de Nueve de Julio
“El servicio de conducir a los hermanos hacia el altar para que encuentren y reciban el Pan de Vida” así caracterizó el ministerio del acolitado el obispo diocesano Ariel Torrado Mosconi, al conferirlo a cuatro candidatos al diaconado, este sábado 10 de agosto en la ciudad de Bragado.
El sábado 10 de agosto, en el marco del Encuentro catequístico diocesano, monseñor Ariel Torrado Mosconi confirió el ministerio del acolitado durante una concelebración eucarística en la iglesia parroquial “Santa Rosa de Lima” de la ciudad de Bragado. Mario Huenuqueo, esposo, padre y abuelo, de Trenque Lauquen; los hermanos Juan Miguel y Juan Eduardo Carreras, de Roberts y Tomás Dellapena de Nueve de Julio, estos tres últimos seminaristas del último año de formación en el Seminario arquidiocesano “Santo Cura de Ars” de Mercedes-Luján, se preparan a recibir la ordenación diaconal. La santa Misa fue concelebrada por el Vicario general, el Director diocesano de catequesis, los párrocos de las dos parroquias locales, los de las parroquias de donde son originarios los candidatos junto a numerosos sacerdotes y un diácono permanente. Los catequistas participantes de encuentro anual se hicieron presentes, así como familiares y amigos de los nuevos ministros y la feligresía local.
En la homilía, el Pastor diocesano, comentando las lecturas bíblicas de la misa dominical, las refirió tanto a los catequistas como a quienes serían instituidos acólitos, destacando que la Iglesia es toda ella “ministerial”, portadora del “Pan vivo” que es Cristo mismo, siguiéndolo, anunciándolo y comunicándolo a los demás. Dirigiéndose a quienes sería instituidos en el ministerio del servicio del altar, les recordó la dimensión esencialmente servicial del encargo que recibirían, afirmando que: “El servicio del altar consiste también en llevar a los hermanos al lugar del encuentro con Cristo y acercarles con el testimonio de la propia vida a aquél que nutre y es capaz de saciar la sed y el hambre más profundo de todos ser humano”. El rito de la institución consiste en el llamado de los candidatos, la oración de bendición y el signo de la entrega del recipiente con la ofrenda del pan que indica la acción de ese servicio. Al finalizar la celebración, el párroco local, pbro. Mariano Cortés, quien es también el Delegado diocesano de pastoral vocacional y encargado de los seminaristas, al agradecer a cuantos organizaron el encuentro diocesano, destacó la alegría por este paso en el camino al diaconado permanente y al presbiterado, exhortando a perseverar en la oración por las vocaciones al ministerio ordenado.