Noticias, Palabras del Obispo

1 mayo, 2020

El valor del trabajo

Mensaje
de Mons. Ariel Torrado Mosconi,
 Obispo de Santo Domingo de Nueve de Julio,
con motivo del “Día del trabajo”
y conmemoración de San José Obrero

1º de mayo de 2020

Muchas veces se experimenta al trabajo como una pesada carga, desgracia o maldición. Hasta bromeamos diciéndole a alguien que tuvo mala suerte porque le dieron trabajo. Aunque, por el contrario, se trata de una de las realidades humanas más ciertas, genuinas y profundas que dignifican, hacen madurar y enaltece a las personas. Por eso, para los creyentes y para toda persona de buena voluntad, el trabajo es una auténtica bendición. Se agradece tenerlo y nos hace bien llevarlo a cabo cada día.

Por eso en este día del trabajador del 2020, en plena pandemia global de coronavirus, nuestro recuerdo y mensaje es para quienes no lo tienen o lo han perdido por esta situación. Rogamos para que lo obtengan y no bajen los brazos en este momento duro. Rogamos para que quienes nos gobiernan y dirigen busquen preservar y priorizar las fuentes de trabajo por encima de otros intereses parciales.

Recordemos, en este contexto de emergencia sanitaria, en aquellos trabajadores gracias a los cuales todo esto no se convierte en una tragedia mayor: quienes recogen la basura y los deshechos, enfermeras, médicos, personal de seguridad y tantos otros servicios esenciales, gracias a los cuales seguimos adelante. En este día, más que nunca, nuestra oración, reconocimiento y gratitud.

Y tampoco podemos perder la memoria. Todo lo bueno, sano y honesto que existe en nuestra sociedad, esos valores que se materializaron en realidades positivas y sostienen hoy el tejido social, se lo debemos a nuestros mayores. Ellos, la mayoría desde casi el anonimato y la “no-fama”, fueron edificando cuanto somos y tenemos. No lo olvidemos: es de justicia y gratitud. Para tantísimos jubilados, este nos es un tiempo de júbilo sino de angustia y miedo. Recemos por ellos, manifestémosle nuestro cariño y gratitud, cuidándolos como se merecen.

En este día, a la luz de la fe y en medio de estas difíciles circunstancias de la historia, volvamos a descubrir, a valorar y agradecer el trabajo como una verdadera bendición. La Iglesia nos propone a San José, el esposo de María y papá de Jesús en la tierra, “custodio del Redentor”, carpintero, obrero, como patrono de los trabajadores, intercesor y ejemplo. En este día y en un mundo que se debate luchando contra una pandemia, no olvidemos unos servicios igualmente esenciales: todos somos obreros del bien común, cuidándonos unos a otros. Que, con nuestras múltiples tareas cotidianas, honesta y generosamente realizadas, estamos cultivando la esperanza en el día después y la eternidad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

+Ariel Torrado Mosconi
Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio