Noticias, Palabras del Obispo
Jornada mundial de la vida consagrada

Alégrense en la esperanza, sean pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración” (Rm 12, 12).
Queridos hijos y hermanos religiosos y consagrados:
En la fiesta de la Presentación del Señor en el templo, celebramos la Jornada mundial de la vida consagrada y, en este Año santo jubilar, el Santo Padre encabeza el jubileo de la vida consagrada en Roma. Providencialmente está dedicado a la esperanza y bajo el signo la “cruz de la esperanza” ha tenido lugar su apertura en cada Iglesia particular. ¡Dos temas “pironianos” donde los haya: la esperanza y la cruz! No podemos olvidar que, quien fuera encargado para los religiosos a nivel de la Iglesia universal, animó y orientó a la vida consagrada por estos dos caminos en los tiempos apasionantes y críticos, a la vez, de la renovación del Concilio Vaticano II. Precisamente, su texto más entrañable y significativo dirigido a los consagrados lleva como título “Alegres en la esperanza” y sigue siendo, aún hoy en un escenario eclesial y mundial diferente, una luminosa, confortante y alentadora enseñanza, que invito a leer y reflexionar nuevamente.
Nuestro Beato vio en la alegría que brota de la cruz pascual, un signo típico de la vida religiosa para el mundo actual que irradia y contagia la esperanza que sostiene a todo cristiano en el caminar por esta vida hasta la meta del Reino celestial. Ya lo sabemos: el sufrimiento es componente de la vida de toda persona y la cruz compañera inseparable de la vida del discípulo de Jesús. La tribulación, en cualquiera de sus rostros y formas, se nos hace presente a lo largo de la existencia.
El beato Pironio, a una con el Apóstol Pablo, exhorta a mantenerse pacientes -uno de los componentes de la genuina esperanza- en esas horas de crisis, incertidumbre o prueba, como la que suele atravesar el religioso tanto en la vida personal como comunitaria. ¡Deberíamos meditar y cultivar -en estos tiempos de acelerada ansiedad sin rumbo ni meta- esa paciencia que todo lo alcanza porque nos lleva siempre a la meta verdadera!
Sabido y repetido, aunque no siempre vivido con hondura, perseverancia y generosidad, que la oración, una profunda y auténtica vida espiritual, nos mantienen en la presencia de Dios y alimentan la entrega cotidiana. Cuanto insistía el beato Eduardo Francisco en la dimensión “contemplativa” de la vida religiosa. Es uno de los núcleos y claves de su doctrina espiritual y uno de quienes lo volvió a proponer para que los redescubriera toda la Iglesia. Un sabio, primer y necesario propósito jubilar es renovarse en la oración, revisarla, hacerla salir de la insana y cansina rutina, “oxigenarla” volviendo y descubriendo los enormes tesoros de la oración cristina. ¡Así -y sólo así- nuestra vida y testimonio serán de alegría, fidelidad, generosidad y esperanza!
Queridos hermanos y hermanas consagrados: el pueblo santo de Dios sabe y siente todo cuanto Uds. están llamados a ser: un signo de las promesas y las realidades hacia las cuales caminamos. ¡Ni más ni menos que un signo de esperanza! Les agradezco en este día, en nombre de toda la Iglesia diocesana nuevejuliense, la presencia, el servicio y el testimonio que con fidelidad y generosidad nos brindan cada día. Los bendice con afecto y gratitud:
+Ariel Torrado Mosconi Obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio
2 de febrero de 2025, Festividad de la Presentación del Señor,Jornada mundial de la vida consagrada y Jubileo de la vida religiosa