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La alegría de la consagración
Como para Dios nada es imposible, da la gracia para dejarlo todo y seguirlo fiel, generosa y alegremente consagrándole toda la existencia. Así se expresó monseñor Torrado Mosconi en la profesión de los votos perpetuos de la Hermana Esperanza de las Hijas de Nuestra Señora de los Dolores.
El domingo 10 de octubre tuvo lugar la profesión religiosa de los votos perpetuos de la Hermana Esperanca Chilombo Kamuacanda, de la congregación Hijas de Nuestra Señora de los Dolores, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen de Carlos Casares. Presidió la eucaristía el obispo de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio monseñor Ariel Torrado Mosconi y concelebraron el cura párroco Justo Juan Cariz y el padre Juan Carlos Pellegrino. Junto a la feligresía local se encontraban también las religiosas de las dos comunidades de la congregación en la Argentina: Tres Lomas y Carlos Casares.
En la homilía el prelado diocesano comentó el evangelio del día y se dirigió a la nueva profesa diciéndole: “Es una alegría comprobar como esta página del evangelio se cumple en tu vida al constatar que llama y da la gracia para responder fielmente”. Luego comentó: «El Señor te hace hoy una nueva llamada porque constantemente debemos volver a decirle sí y entregarle los que somos y tenemos. Desde mi propia experiencia puedo decir que uno le entrega todo una primera vez pero volvemos a apegarnos a otras cosas. Por eso, la entrega se renueva constantemente en la vida». Terminó exhortándola: «confiar en Aquel que todo lo puede con su gracia, depositar en Él la confianza y responderle cada día con renovada fidelidad y generosidad».
Luego del canto de las letanías tuvo lugar la profesión de los tres votos de obediencia, castidad y pobreza que fueron recibidos por la Hermana Lucía Giacomucci, Delegada de la Superiora General de la Congregación en la Argentina. A continuación el Obispo rezó la oración de consagración y recibió el anillo como signo de su consagración perpetua. El rito de profesión culminó con el conmovedor canto del himno “Madre de siete dolores”.
La Hermana Esperanza nació en el municipio de Kaála, provincia e Huambo en Angola el 26 de noviembre de 1990. Hija de Inocencio, fallecido, y de Laurinda Tchanguendela. En 2009 ingresó en la Congregación, realizó su postulantado, noviciado y emitió sus primeros votos. Recibió su formación tanto en su tierra natal como en España y Argentina. Desde el año 2018 se encuentra en la comunidad de Carlos Casares.
La congregación Hijas de Nuestra Señora de los Dolores fue fundada en Trujillo, Cáceres, España, por la Madre Antonia María Hernández Moreni y el padre don Juan Tena Fernández. Están en Argentina desde 1953 cuando arribaron al Pre seminario de Guanaco, tuvieron comunidades y apostolados en la arquidiócesis de Buenos Aires y en la diócesis de Río Cuarto, en la actualidad están en Carlos Casares y Tres Lomas en donde colaboran estrechamente con el apostolado parroquial.