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La madre cubre, protege y ampara a sus hijos
Nuestra Señora del Carmen en la diócesis de Nueve de Julio
«El escapulario de la Virgen del Carmen nos evoca la imagen de la madre que cubre, protege y ampara a sus hijos con delicadez y ternura” afirmó monseñor Ariel Torrado Mosconi durante las fiestas patronales de varias comunidades de la diócesis.
El martes 16 de julio varias comunidades de la diócesis de Santo Domingo de Nueve de Julio celebraron sus fiestas patronales, a las cuales se fueron preparando mediante la celebración de la Novena o un Triduo preparatorio. Las parroquias de Carlos Casares, Facundo Quiroga, Pellegrini y General Villegas la tienen como patrona, así como un buen número de capillas y ermitas.
El pasado domingo 14, en horas de la mañana, el Obispo diocesano visitó la comunidad de Dennehy, en el partido de Nueve de Julio, cuya capilla tiene a la Virgen del Carmen como patrona. Acompañado del padre Alcides Valverde, participó de la procesión y presidió la eucaristía en la cual estuvieron presentes tanto pobladores como ex habitantes que se acercan cada año con motivo de la fiesta.
Ese día, por la tarde, presidió la santa Misa en el templo parroquial de Carlos Casares, junto al párroco padre Horacio Lento y una notable concurrencia de fieles tanto en la procesión como en la celebración eucarística. Comentando los textos bíblicos y relacionándolos con la preparación a la fiesta patronal, exhortó y animó a la comunidad parroquial a redescubrirse toda ella misionera y seguir adelante en el camino evangelizador tomando como guía las palabras mismas de Jesús en el evangelio.
El martes 16 por la mañana presidió la concelebración eucarística en el Carmelo “San José” de la ciudad de Nueve de Julio. En la homilía, tomando tres imágenes -el desierto, la pequeña nube y la lluvia torrencial- de los textos bíblicos proclamados, invitó a descubrir el desierto de la propia vida y el de la sociedad, para hacernos cargo tanto de la esterilidad de la existencia, como de la sed como búsqueda espiritual que hay en nuestro tiempo. La pequeña nube simboliza la esperanza que porta la comunidad cristiana, porque hace posible el encuentro con Dios y nos trae sus dones. La lluvia torrencial es la nueva vida y todo lo que ella hace posible cuando Dios mismo ha fecundado la existencia.
En las primeras horas de la tarde, encabezó la procesión y presidió la santa Misa en la iglesia parroquial de General Villegas. En su mensaje convocó a la comunidad a sentirse y saberse familia de Dios, tomando siempre como modelo a María y confiando en su intercesión, para madurando en la comunión y trabajando en la misión.
En cada una de las comunidades se refirió también al signo del escapulario que, por una larga y extendida tradición, se bendice e imponen en este día, sosteniendo que nos ayuda a sentir la presencia maternal de María quien, como buena madre, cubre, protege y ampara tiernamente a sus hijos.