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31 diciembre, 2024

La peregrinación de la esperanza

Apertura del Jubileo en la diócesis de Nueve de Julio

“Peregrinar es salir de un sitio para llegar a otro. Salir del pecado para ir a la gracia. Lo hemos hecho simbólicamente al pasar junto la Cruz para llegar a la pila bautismal. Pasar por la cruz para nacer de nuevo” afirmó monseñor Ariel Torrado Mosconi al inaugurar el Año santo en la Iglesia particular nuevejuliense.

El domingo 29 de diciembre, festividad de la Sagrada Familia, tuvo lugar la apertura del año santo jubilar en la ciudad de Nueve de Julio, de la cual participaron el clero diocesano y una nutrida concurrencia de delegaciones de la diócesis.

Los peregrinos se reunieron en el Santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima donde se les dio la bienvenida y tuvieron lugar los ritos iniciales, luego se salió en procesión encabezada por la cruz jubilar hacia la casa natal del beato Eduardo Francisco Pironio. Llegados al lugar, representantes de las distintas zonas (vicarías) de la diócesis dieron lectura a los párrafos más sobresalientes de la Bula papal de convocación al año santo. El obispo recibió la reliquia del Beato y dio la bendición con ella a los peregrinos. La marcha se encaminó hacia la Iglesia catedral, una vez en la puerta, el Prelado diocesano mostro la cruz jubilar que fue aclamada con cantos y aplausos por los presentes, luego se invitó a entrar en el templo venerando y “tomando gracia” de esa cruz. El Obispo ingreso acompañado por una familia, dos sacerdotes y dos religiosas en representación del conjunto del pueblo de Dios, tras lo cual hicieron lo propio el resto de los peregrinos. Llegados al presbiterio tuvo lugar la memoria bautismal con la aspersión desde la misma fuente donde recibió el bautismo el Beato nuevejuliense. La eucaristía continuó en forma solemne y festiva.

En la homilía, explicando el sentido del acontecimiento jubilar y de la celebración de su inicio, el Pastor diocesano comenzó afirmando: “Esta celebración tan significativa como importante se da en la Fiesta de Sagrada Familia, el gran modelo de amor que tenemos los cristianos. El evangelio de hoy nos muestra a la familia de Nazaret como peregrina a Jerusalén. Buscando a Dios y buscando al hijo perdido. Es hora de que nosotros como María y José busquemos más ardientemente a Dios y como familia de la Iglesia vayamos a buscar a ese Cristo, escondido en el hermano que se ha perdido o alejado”. Luego prosiguió diciendo: “El Santo Padre dijo hace poco a una periodista argentina que el Jubileo hay que vivirlo desde dentro, arreglando las historias personales delante de Dios. ¿Desde dentro?, o sea desde el corazón, desde la conciencia personal. El Jubileo no se reduce a unas prácticas externas, es un acontecimiento de perdón, de alegría, de recomponer tantas cosas personales y sociales, De perdonar, de arreglar tantas historias interiores que uno tiene archivadas y no se anima a desempolvar, se trata de una verdadera conversión de vida, y a esto yo los animo, son palabras del Papa”. Y finalizó exhortando a: “Peregrinos por el mundo, apuntando hacia el Cielo, contagiando la verdad, el bien, el amor, la felicidad a nuestro alrededor; caminando libres de egoísmos, de orgullo, de esas deudas, de esos pesos en el alma, que Dios siempre perdona, y nos hace mejores, felices y llenos de esperanza”.

Luego de la comunión, se tuvo un saludo a la santísima Virgen Madre, cantando la Salve en versión de Enrique Rau, que tanto gustaba a Pironio y rezando su oración a Nuestra Señora. Antes de impartir la bendición papal, monseñor Torrado Mosconi, anunció la ordenación diaconal de tres seminaristas en marzo y la realización de un encuentro diocesano jubilar en agosto que reunirá a todas las realidades eclesiales presentes en la diócesis y durante el cual tendrán lugar las ordenaciones presbiterales. Los presentes, recibieron como obsequio un ejemplar de la encíclica “Laudato sí” como expresión del compromiso con la creación, uno de los objetivos del jubileo. Al finalizar la eucaristía, se compartió un ágape fraterno en el atrio del templo catedralicio.