La peregrinación de la vida

Peregrinos de la diócesis de Nueve de Julio a Luján

“Esta peregrinación es símbolo y parábola del camino de la vida que, recorrido con fe y en la unidad, nos lleva juntos a la meta de la felicidad eterna” afirmó monseñor Torrado Mosconi en la Misa de envío de los peregrinos en el Santuario de San Cayetano de Liniers.

Con el lema “Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad” se llevó a cabo, un año más, la peregrinación a pie a la basílica de Nuestra Señor de Luján, partiendo del Santuario de San Cayetano en el barrio porteño de Liniers, este sábado 5 de octubre. En ella participan peregrinos de diferentes parroquias de la diócesis de Santo Domingo de Nueve de Julio. El obispo de la diócesis, Ariel Torrado Mosconi, presidió la eucaristía, concelebraron los presbíteros José Luis Rossi y Matías Micucci y se hicieron presentes peregrinos de las comunidades de Trenque Lauquen -que fue la primera parroquia en tomar parte en esta caminata de fe hace casi cuarenta años- Treinta de Agosto, América, Tres Lomas, Salliquelló y General Villegas, entre otras varias que no pudieron estar por cuestiones de horario y logística.

La liturgia y las lecturas bíblicas fueron de la misa votiva de Nuestra Señor de Luján y en la homilía, monseñor Ariel, hizo notar el paralelo entre la peregrinación y la existencia: “La peregrinación es como una parábola de la vida humana, porque encontramos en ella todo cuanto acontece en la vida, en la vida creyente: la alegría y los deseos del comienzo, el cansancio del camino, la oscuridad de la noche, el caminar, por momentos conversando y por momentos en silencio, pero siempre acompañados, esperándonos y ayudándonos mutuamente, lo cual permite llegar a la meta y experimentar el gozo de alcanzarla con la ayuda de Dios y de la mano de su Madre”. Y concluyó exhortando a recorrer estos kilómetros en unidad y esperanza, tal como debemos hacerlo en la otra peregrinación de la existencia cotidiana.