María sigue acompañándonos con su intercesión y cercanía

El martes 13 de octubre se recordó el tercer aniversario de la elevación a Santuario Diocesano de la iglesia y anterior parroquia nuevejuliense de Nuestra Señora de Fátima, situada en la esquina de avenida Cardenal Pironio y Mendoza. En efecto, en el año 2017 se conmemoró el centenario de las apariciones de Fátima en Portugal y la querida parroquia de Fátima de esta ciudad, después de haber sido reformada y embellecida, fue elevada a la categoría de Santuario Diocesano. El templo custodia una de las réplicas más antiguas traída de Portugal y esculpida por el portugués Ferreyra Thedim quien confeccionó la imagen con las indicaciones precisas de Sor Lucia; y que es el mismo escultor que hizo la imagen que se venera en la capilla de las apariciones en Fátima de Portugal.

En horas de la tarde una caravana de automóviles y bicicletas partió del santuario en dirección a la capilla de San Cayetano en barrio Diamantina, Sala Velatoria, Capilla N.S. de Luján, Geriátrico residencial, Iglesia catedral, Clínica Independencia, Hospital “Julio de Vedia”, Hogar de ancianos “Santo Domingo”, Rincón de las curiosidades, Geriátrico “La casita del sol”, Cáritas, Cuartel de Bomberos, Geriátrico Caricato, para regresar nuevamente a la iglesia del santuario. Con esto se quiso significar la presencia de Dios, por la intercesión y cercanía de la santísima Virgen, que nunca abandona a su pueblo, particularmente a quienes más sufren o están al servicio de la comunidad.

A las 19 hs. el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi presidió la Eucaristía que fue concelebrada por el párroco Guillermo Gómez y los demás sacerdotes de la catedral. En la homilía afirmó la gracia que ha significado para la ciudad y la diócesis de Nueve de Julio la creación del santuario que nos recuerda la presencia de Dios y de María que habitan en medio de nosotros. Durante estos años el santuario se ha hecho un verdadero centro de espiritualidad donde se hace la adoración eucarística y la oración del santo rosario convirtiéndose por tanto en un foco de gracia y bendición.