Jóvenes, Noticias
Más de 500 jóvenes en la Pascua Joven 2017
Bajo el lema “Tiren las redes” , más de 500 jóvenes de toda la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio fueron convocados para vivir una experiencia profunda de la resurrección de Cristo.
Pascua Joven es un retiro hecho por y para jóvenes en donde se busca que vivan una experiencia eclesial de la Pascua. Todos los años es organizado por la Pastoral Juvenil de la diócesis con un lema particular. Este año fue “Tiren las redes”, haciendo referencia al pasaje bíblico en donde Jesús alienta a sus discípulos, luego de una noche de pesca nula, a un último esfuerzo, una última esperanza para ir en búsqueda de lo que quieren. Es también una exquisita parábola para exhortar a los fieles a convertirse también en verdaderos “pescadores de hombres”.
El objetivo particular de este encuentro fue que los jóvenes conozcan el hilo de sus propias vidas: sus historias personales, sus virtudes y sus defectos, sus aciertos y sus errores para lograr reconocerse cómo personas íntegras, únicas y valiosas así como también seres indispensables como parte de una gran red que se forma cuando se juntan con los hilos de los demás.
Tiren las redes es una invitación a ser “pescadores de hombres” y a animarse a profundizar en la fe cristiana para convertirse en instrumentos de Jesús en una sociedad en la que cada vez más se priman cuestiones superficiales como el dinero, el éxito, el consumo y la moda, como camino para obtener la felicidad.
Durante los cuatro días en que transcurrió el encuentro, los centenares de jóvenes recorrieron, con notable entusiasmo, el mismo camino que transitó Jesús hace más de 2000 año. Un Jesús que muere y resucita por cada uno de nosotros y, que siempre camina a nuestro lado. “Me encontré con un yo más optimista que antes”, aseguró Elías Pérez de 21 años al finalizar la Pasca Joven. “Los testimonios contados por otros que dijeron ese sí a Jesús me recargó pilas y me hizo entender que yo también puedo ser su discípulo. No puedo quedarme con este sentimiento para mí solo, por eso quiero tirar las redes”, remarcó entusiasta el adolescente que, como sus pares, finalizaron el encuentro convencidos de que es posible mostrar al mundo un Dios que es maestro y que es amigo. Y que también, desde cada uno de sus lugares se puede, aunque es un desafío difícil y arriesgado, convertirse en ejemplo de amor y ser luz en medio de tanta oscuridad.