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23 abril, 2025

Padre y pastor hasta el último aliento de su vida

Misa por el Papa Francisco en la Catedral de Nueve de Julio

“Hoy la Iglesia y la humanidad está un poco huérfana, aunque nos queda el testimonio de una misión cumplida hasta el último aliento y su luminosa enseñanza” afirmó el Obispo nuevejuliense en la misa de la Catedral el lunes de la octava pascual rogando por el eterno descanso del Papa Francisco.

El lunes de la octava de pascua, 21 de abril, tuvo lugar la misa rogando por el eterno descanso del Papa Francisco en la Iglesia catedral “Santo Domingo de Guzmán” de Nueve de Julio presidida por el obispo diocesano Ariel Torrado Mosconi, concelebrada por el obispo emérito Martín de Elizalde, sacerdotes y diácono de la ciudad con la participación de una muy numerosa cantidad de fieles, vecinos y autoridades representando distintos sectores y ámbitos de la ciudad, que se dieron cita para rezar y manifestar su afecto por el fallecido Pastor universal.

En la homilía, el Prelado diocesano comenzó diciendo: “La alegría por la resurrección del Señor nos consuela hoy en el natural dolor por la partida del Papa Francisco. Jesús resucitado nos dice que la muerte no es el final ni tiene la última palabra. Esa es nuestra esperanza”. Continuó sosteniendo. “El legado del Papa Francisco ya lo encontramos en el mismo nombre que eligió para significar el amor a los pobres y la renovación de la Iglesia siguiendo fielmente el Evangelio, como San Francisco de Asís. Su legado -para la Iglesia y para la humanidad toda- lo encontramos también en la Misericordia que no se cansó de predicar como nombre y rostro de Dios, llamándonos a ser nosotros también misericordiosos con los demás. Lo encontramos en ese llamado a una Iglesia de puertas abiertas, misionera, hospital de campaña a la cual están llamados y caben todos”. Destacó también su recuerdo personal de su tiempo arzobispo porteño, diciendo. “Cuando nos reunía a los sacerdotes de Buenos Aires en la curia metropolitana nos decía siempre que teníamos que salir e ir a las plazas, a las villas, a los lugares donde se encuentra la gente y, desde ahí, mirar la realidad, para tener otra visión y así evangelizar, misionar, hacer la pastoral desde otro lugar y actitud”. Y terminó afirmando: “La Iglesia y la humanidad están hoy un poco huérfanas. Nos queda su legado, su testimonio de vida entregada hasta el último aliento. Ojalá hay hayamos aprendido de su enseñanza y podamos continuarla en nuestra vida.»

Antes de concluir la celebración se dieron lectura a las condolencias y decretos de la Intendente municipal y el Consejo deliberante adhiriendo al duelo nacional y manifestando sentimientos de condolencia y gratitud a la comunidad católica.