Noticias

1 marzo, 2025

Alegres servidores de la esperanza

Tres nuevos diáconos para la diócesis de Nueve de Julio

“Estamos celebrando, auténtica fiesta del servicio, llamado a desplegarse y concretarse en el sacramento del orden sagrado y en tantos otros ministerios que muestran el más genuino rostro de la Iglesia “samaritana de la humanidad” (S. Pablo VI), “toda ella ministerial” (S. Juan Pablo II), “hospital de campaña” (Francisco).” afirmó el obispo Ariel Torrado Mosconi al ordenar tres nuevos diáconos camino al presbiterado.

La Iglesia particular nuevejuliense vivió este sábado 1 de marzo una verdadera jornada de fiesta ya que, luego de más de tres décadas, tenía lugar una ordenación de tres diáconos a la vez. Juan Eduardo y Juan Miguel Carreras con Tomás Dellapenna recibieron el sacramento del orden del diaconado, con vistas al sacerdocio, el sábado 1 de marzo en la Iglesia catedral “Santo Domingo de Guzmán”. Participaron una numerosa concurrencia de fieles de las comunidades de origen -Roberts y Nueve de Julio- o por donde pasaron en su actividad pastoral, de familiares y amigos, religiosas y seminaristas, la Eucaristía fue concelebrada por el obispo emérito Martín de Elizalde OSB, el vicario general padre Carlos Tibberi, la casi totalidad el presbiterio diocesano, junto a diáconos de la diócesis y compañeros de los ordenandos. Los cantos fueron animados por el grupo de música litúrgica de la Catedral.

Luego de la proclamación solemne del Evangelio, el diácono Monti llamó a los candidatos que fueron presentados por el pbro. Mariano Cortés, delegado diocesano para las vocaciones y los seminaristas. El Obispo, en la homilía, comenzó diciendo: “A la luz de estas dos potentes y luminosas, impactantes y conmovedoras imágenes bíblicas del “servicio de las mesas” y el “lavatorio de los pies”, ambas, íconos del servicio, quiero reflexionar sobre los tres cauces o caminos por donde se desarrolla el servicio de la evangelización, la vida eclesial y su misión hacia el mundo: el servicio de la Palabra, el servicio de los sacramentos y el servicio de la caridad”. Luego sostuvo: “El encuentro con Él es lo mejor que nos puede pasar en la vida. Jesús siempre está buscándonos y nosotros, a veces, no acertamos la hora de tal encuentro. Favorecer, disponer, ofrecer, invitar, convocar, ser mediadores de ese encuentro. Éste es el anuncio, la predicación, el mejor “sermón”, que la Iglesia puede, tiene y debe ofrecer hoy al mundo. Por aquí pasa, indiscutiblemente, la evangelización en esta hora de la diócesis y de estos pagos, de estas pampas bonaerenses en las cuales hemos sido “plantados”. Más adelante afirmó: “Los exhorto -y esta convocatoria nos incumbe también a todos como Iglesia diocesana- a discernir cuáles son las mesas de “los huérfanos y de las viudas” actuales, dónde están las pobrezas de nuestro tiempo y de nuestras comunidades. Los adolescentes y jóvenes desorientados, muchas veces víctimas de las adicciones; quienes sufren las consecuencias del quebranto familiar y la pérdida de los seres queridos; los abuelos olvidados en la soledad, las víctimas de cualquier tipo de atropello e injusticia. Nuestro servicio será fecundo, certero y eficaz si primero identificamos estas realidades por medio de un discernimiento hecho de cara a la realidad “tocando la carne de Cristo en los necesitados” y no “sacándoles el cuerpo” y, a la vez, de cara a Dios en una oración franca, confiada y perseverante”. Para terminar con una mención a la figura y el legado del beato Eduardo Pironio: “Su testimonio cristiano de esperanza es modelo para todos nosotros, su estilo pastoral sigue siendo también ejemplar para cada ministro ordenado. Su intercesión nos sostendrá y animará siempre en el seguimiento de Cristo”.

Luego de la predicación tuvo lugar el diálogo del obispo con los candidatos en el cual hicieron las promesas correspondientes al orden ministerial que recibirían y se tuvo el canto de las letanías de los santos invocando su intercesión. Siguió el rito central de la imposición de las manos y la oración de consagración por la cual quedaron ordenados en el diaconado. El diácono Juan Eduardo fue revestido con la estola y la dalmática, signos del orden diaconal, por el diácono Miguel Ángel Gallo con los presbíteros Gustavo Sosa y Carlos Arive, Juan Miguel por los presbíteros Adolfo Petti, Ariel Palanga y el diácono Agustín Baez en tanto que Tomás Dellapenna por los sacerdotes Mariano Cortés, Guillermo Gómez y José Luis Rossi. Siguió la entrega del libro de los evangelios y el saludo de los demás diáconos como expresión fraterna del ingreso en ese grado del orden sagrado. Las ofrendas fueron presentadas por la mamá y el hermano de los mellizos Carreras junto al papá y la mamá de Tomás.

Al final de la concelebración, monseñor Torrado Mosconi, bendijo a quienes acaban de comenzar, acompañados por el pbro. Gustavo Sosa, del curso de la Escuela de Ministerios, en vistas al diaconado permanente. Luego de la consagración de los recién ordenados a la Santísima Virgen y de sus palabras de agradecimientos, el Obispo impartió la bendición apostólica con indulgencia plenaria.

Terminada la Misa, se compartió un ágape fraterno en gimnasio del Colegio de Hermanas “Jesús sacramentado” -del cual Tomás es exalumno- organizado y servido generosamente por la comunidad parroquial de la Iglesia catedral.

https://diocesis9dejulio.org.ar/palabras-del-obispo/alegres-servidores-de-la-esperanza/

HOMILÍA COMPLETA