Noticias, Pascua
En la cruz se renueva la esperanza

Domingo de ramos de la pasión del Señor en Nueve de Julio
“En la pasión amorosa del Señor en la cruz está nuestra esperanza y fortaleza, alegría y consuelo” afirmó monseñor Ariel Torrado Mosconi, en la celebración de la entrada de Jesús en Jerusalén.
Los días 12 y 13 de abril del año santo jubilar de la esperanza”, el obispo diocesano de Nueve de Julio, presidió las celebraciones “de ramos en la pasión del Señor” en las misas de la Iglesia catedral. En la homilía del sábado, comentó el relato de la Pasión según san Lucas que se proclama este año. Allí afirmó que, contemplando la Pasión del Señor, se reaviva la esperanza sabiendo que, a la hora de nuestra propia cruz, Él está con nosotros acompañando, confortando y consolándonos.
La celebración central tuvo lugar el domingo por la mañana con una más que notable participación de fieles entre los cuales se encontraban los niños de la catequesis acompañados por sus padres. La bendición de los ramos y lectura del Evangelio tuvo lugar en la plaza Belgrano, desde la cual partió la procesión conmemorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén para sufrir su pasión. En la homilía, comentando los textos bíblicos del día, especialmente de la Pasión según Lucas, el Obispo se dirigió primeramente a los niños ramo en mano para explicarle el significado de la fecha y la actitud de fe hacia Jesús: “Conocer, amar y seguir a Jesús es el camino de la vida cristiana, que simbolizamos con este ramo con el cual le manifestamos nuestra fe”. Predicando a los adultos, sostuvo que la Pasión del Señor nos anima y conforta: “Contemplar a Jesús padeciendo por nosotros, reaviva la esperanza de saber que, en nuestras propias cruces –dolores, sufrimientos, pérdidas…- no estamos solos porque Él nos sostiene y conforta con su gracia y misericordia.


El domingo por la tarde, el Prelado diocesano, en la predicación de la Misa también en la Iglesia catedral, llamó a reavivar la esperanza que brota del misterio pascual de la pasión, muerte y resurrección del Señor contemplándolo con los ojos de la fe durante estos días santos, participando de los ritos de cada día. Al final de la Eucaristía, recordó el sentido del Jubileo y exhortó a la confesión en el sacramento del perdón y la reconciliación para recibir el don de la Indulgencia, gracia especial de todo año santo.