Noticias, Pascua
La cruz es fuente de nuestra esperanza

Celebración de la Pasión del Señor y Vía Crucis en Nueve de Julio
“No estamos solos al cargar nuestra cruz: Jesús camina con nosotros, nos sostiene y da fuerzas para llevarla con esperanza” afirmó monseñor Ariel Torrado Mosconi el viernes santo del año jubilar.
.A media tarde del viernes santo, 18 de abril del año del jubileo de la esperanza, el obispo de Nueve de Julio, presidió la celebración de la Pasión en la Iglesia catedral. Antes de la celebración, el Pastor diocesano hizo una introducción a modo de catequesis, preparando a los fieles a vivir esa acción litúrgica. En primer lugar, partiendo del silencio con que comienza y termina dicha acción, invitó a hacer un silencio interior que permite participar y contemplar adecuadamente en esa celebración. Y, seguidamente, indicó las tres actitudes espirituales que que acompañan los tres momentos de la liturgia de este día: escucha atenta para la liturgia de la Palabra, adoración para la liturgia de la cruz y comunión con la pasión y la vida toda del Señor para recibir la eucaristía. Luego de le entrada solemne en silencio y la postración, tuvo lugar la liturgia de la Palabra en la cual se proclamó el relato de la Pasión según el evangelio de san Juan.
En la homilía, monseñor Ariel, afirmó: “Dice el relato de la Pasión que con Jesús fueron crucificados dos ladrones: uno lo reconoció como Salvador, mientras que el otro lo increpaba y blasfemaba”. Luego prosiguió: “Trayendo a la actualidad de nuestra vida estas figuras podemos plantearnos qué hacemos nosotros ante la cruz, cómo reaccionamos ante las cruces de la vida. La cruz del sufrimiento, de las burlas o el desprecio, de nuestros pecados que no podemos superar, aunque luchamos, por ejemplo”. Y finalizó diciendo: “En un momento de silencio pensemos cuál es nuestra propia, reconociéndola, sabiendo que Jesús nos da la fuerza para cargarla por lo que, llenándose de vida, puede ser motivo de crecimiento en la fe, crecimiento espiritual, superación, motivo de salvación. Al besarla, pidamos fe, fuerza y esperanza para cargarla con la que confianza de que es fuente de salvación”.Siguió la Oración de los fieles que, cada viernes santo, es más prolongada y tiene un acento más universal por que la Iglesia intercede por la humanidad entera ante el salvador en la hora redentora de la crucifixión. El segundo momento de la celebración es el rito de la adoración de la Cruz, que es mostrada, aclamada y venerada por la asamblea y que culminó con un saludo a la santísima Virgen dolorosa al pie de la cruz. Finalmente, la tercera parte de la conmemoración de la pasión es la sagrada Comunión con las hostias consagradas el día anterior en la Misa de la Cena del Señor ya que, en este día de viernes santo, no se celebra el sacrificio eucarístico.
Por la noche, en el “Paseo Papa Francisco” en el predio del ex ferrocarril provincial, se llevó a cabo el Vía Crucis. Al introducir a la meditación de las estaciones, el Prelado diocesano exhortó a participar con actitud contemplativa y sabiendo también que, en el camino de la vida, en nuestro propio “vía crucis” no estamos solos, Jesús camina con nosotros y nos da la fuerza para cargar la propia cruz con esperanza. Y, al finalizar, delante de la imponente cruz que se levante al final del camino, dejó como mensaje que la prueba más grande del amor de Jesús son sus brazos extendidos y su corazón traspasado en la cruz, por eso sabemos que nos estamos solos en el camino de la vida: “Esto renueva nuestra esperanza. Volveremos a nuestras casas tal vez con los mismos sufrimientos, pero con la certeza de que nos estamos, que nos acompaña y nos da la fuerza para vivir”.
Video del Vía Crucis: