Noticias, Nueve de Julio
Se inauguró el primer cinerario de la diócesis
El cinerario “Padre de Las Misericordia” quedó inaugurado anoche 2 de noviembre con la bendición del obispo diocesano, Monseñor Ariel Torrado Mosconi.
Luego de la misa que se celebró en ocasión de conmemorarse el día de los Fieles Difuntos y que concelebraron los padres Guillermo Gómez y Ariel Palanga, se realizó la apertura formal del nuevo lugar sagrado que está lindante a la Iglesia Catedral de Nueve de Julio. A partir de ahora los fieles católicos dispondrán de un recinto adecuado para depositar las cenizas de sus seres queridos. A su vez será de permanente de visita y oración.
Durante el acto de apertura, el cura párroco de la Iglesia Catedral, el padre Guillermo Gómez agradeció a todos quienes colaboraron de una u otra manera para que esta obra, que comenzó en febrero de este año, sea posible. Entre ellos destacó la colaboración del intendente municipal, Mariano Barroso que permitió que asesore la obra el arquitecto Walter Fons; al obispo y a los sacerdotes y a todos los voluntarios y comunidad en general.
Además agradeció especialmente a la artista Mónica Corrales y a su esposo, Eduardo Díaz Hermelo, conocidos por el embellecimiento del Santuario de Fátima y quienes crearon el esgrafiado “Padre de las Misericordias”. La obra está ubicada en la pared izquierda de la capilla cinerario y se impone por su belleza y por su tamaño. Justamente ella fue la que le dio el nombre al lugar. La imagen tiene un profundo sentido cristiano puesto que simboliza el abrazo apretado que el hombre, después de su final terreno, recibe de Cristo.
Los artistas también son los responsables del Jesús Resucitado, otra obra que embellece el recinto y que fue confeccionada con venecitas sobre el ventanal.
El nuevo lugar sagrado posee dos fosas: una donde se depositarán las cenizas de los fieles católicos y la segunda que está destinada a la tumba del obispo diocesano. En relación a ésta última, Monseñor Ariel recordó que “Como decía San Agustín, el pastor debe ir al cielo junto con sus fieles… Por ese motivo quise tener la gracia de poder esperar la resurrección en este lugar”.
Por otra parte recordó que según la tradición cristiana, en la antigüedad se construía la Iglesia sobre la tumba de los mártires; muchos siglos después los cementerios se levantaron junto a las iglesias a la espera de la resurrección…En nuestros días, las nuevas circunstancias históricas, hacen que los cristianos volvamos a esperar la resurrección y la vida eterna durmiendo entre los brazos de nuestro Padre”.
La nueva capilla cinerario también posee una nueva pila bautismal, la tercera con la que contará la Iglesia Catedral, además de la que posee con agua bendita en la entrada al templo y la que se encuentra en el presbiterio junto al altar. A través de ella se depositarán las cenizas de los fieles difuntos.
Cabe recordar que la Iglesia desde siempre rogó por las almas de los difuntos y trató con reverente respeto los restos mortales de las personas. Esto proviene de su fe en la encarnación, en la muerte y en la resurrección de Jesús; de su concepción de la persona humana dotada tanto de alma inmortal como de cuerpo carnal; y de su respeto por la dignidad del hombre. Es también la forma de manifestar la fe y esperanza en la vida verdadera, definitiva y eterna.